MASCOTAS, BENÉFICAS PARA ADULTOS MAYORES. PERRO O GATO, DE PREFERENCIA
Resumen
SE AFIRMA QUE EL TENER UNA MASCOTA (PERRO O GATO, SOBRE TODO) ES BENÉFICO PARA LA SALUD DE SU DUEÑO. “HAY INVESTIGACIONES HECHAS EN PERSONAS EN EDAD AVANZADA QUE DEMUESTRAN QUE LA POSESIÓN DE UNA MASCOTA LES PERMITE INCORPORAR MEJORES ESQUEMAS DE MOVIMIENTO Y TENER UNA SENSACIÓN DE OCUPACIÓN Y BIENESTAR GENERAL. LO ANTERIOR TRAE COMO CONSECUENCIA LA ACTIVACIÓN DE SU SISTEMA INMUNOLÓGICO Y UNA RESPUESTA MÁS EFICAZ A LA MEDICACIÓN QUE SIGUEN”, ASEGURÓ HUGO SÁNCHEZ CASTILLO, ACADÉMICO E INVESTIGADOR DE LA FACULTAD DE PSICOLOGÍA. EN EL CASO PARTICULAR DE ESOS INDIVIDUOS, LO MÁS RECOMENDABLE, DE ACUERDO CON EL ESPECIALISTA, ES QUE EL ANIMAL SEA UN PERRO MÁS BIEN PEQUEÑO QUE LOS MANTENGA EN UN RITMO DE ACTIVIDAD ADECUADO PARA SU EDAD. “LOS GATOS TAMBIÉN SUELEN SER EXCELENTES MASCOTAS, AUNQUE TENGAN PATRONES DE CONDUCTA, FORMAS DE EXPRESIÓN DE CARIÑO Y NECESIDADES QUE EN NADA SE ASEMEJAN A LOS DE LOS PERROS. ADEMÁS, MIENTRAS LOS CANES DE RAZAS GRANDES VIVEN ENTRE OCHO Y 10 AÑOS, Y LOS DE RAZAS PEQUEÑAS ENTRE 15 Y 17, LOS GATOS PUEDEN VIVIR 20 AÑOS O MÁS; ES DECIR, SUS POSIBILIDADES DE DAR UNA COMPAÑÍA MÁS DURADERA SON MAYORES”, AGREGÓ. SE HA VISTO QUE SI UNA PERSONA PADECE DEPRESIÓN PERO TIENE UN PERRO, ÉSTE PUEDE AYUDARLA A ENFRENTAR MEJOR Y SUPERAR ESE TRASTORNO MENTAL. “AHORA BIEN, ES INDISPENSABLE QUE HAYA UN FUERTE VÍNCULO ENTRE LA PERSONA Y EL CAN. SI ESTE NEXO NO EXISTE, ES POCO PROBABLE QUE EL ANIMAL PUEDA DAR AYUDA EMOCIONAL A LA PERSONA DEPRIMIDA”, ABUNDÓ SÁNCHEZ CASTILLO. DE LOS NIÑOS PEQUEÑOS, INDICÓ QUE LA POSESIÓN DE UNA MASCOTA LES AYUDA A ADQUIRIR UNA REGULACIÓN EMOCIONAL Y A INTERACTUAR DE MEJOR MANERA CON EL MUNDO. “PERO, ¡OJO!, NO ES RECOMENDABLE DARLES ANIMALES FRÁGILES COMO PÁJAROS O RATONES, PUES, DADA SU FALTA DE MOTRICIDAD FINA, TIENDEN A SER MUY BRUSCOS, LO CUAL PUEDE ACARREAR CONSECUENCIAS MUY MALAS PARA ESOS ANIMALES”. DE ACUERDO CON ALBERTO TEJEDA PEREA, ACADÉMICO DE LA FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA, HAY CADA VEZ MÁS PRUEBAS CIENTÍFICAS DE QUE EL CONTACTO FÍSICO DE UNA PERSONA CON SU MASCOTA INCIDE, TANTO EN UNA COMO EN LA OTRA, EN LA PRODUCCIÓN DE ENDORFINAS, LAS CUALES ACTÚAN COMO POTENTES ANALGÉSICOS, ESTIMULAN LOS CENTROS DE PLACER Y CONTRIBUYEN A ELIMINAR EL ESTRÉS.